Concluye la segunda época de Trashumante

El día de hoy, al cierre de la publicación del séptimo número de la revista, concluye la segunda época de Trashumante. En esta nos propusimos establecer un diálogo en torno a algunas cuestiones que se han tornado decisivas para el pensamiento contemporáneo, cuestiones que surgen de un esfuerzo que se lleva a cabo tanto en las disciplinas científicas como en los debates que atraviesan las ciencias sociales y las humanidades. Es imposible en nuestros días sostener concepciones totalizadoras acerca del destino de la humanidad; tampoco caben formulaciones éticas o políticas que orienten las acciones de las colectividades o los individuos desde imperativos categóricos o normativas dogmáticas. La mundialización creciente no implica ni la homogeneidad cultural, menos aún la política, ni la supresión de las diferencias. Por el contrario, junto a la mundialización crecen las diferencias locales o regionales, parecen retornan los nacionalismos, prosperar los fundamentalismos religiosos, la xenofobia, el racismo y neofascismos; con ellos también emergerían varios populismos en todo el espectro político y, como consecuencia, excesos estatales, legales, punitivos. Por ello mismo, como en cualquier momento de crisis de las formas de humanidad a lo largo de la historia, se necesitan los esfuerzos del pensamiento, de la razón y de la imaginación, para comprender el mundo en que vivimos y para procurar una convivencia sustentada en la dignidad y el mutuo respeto entre individuos y comunidades humanas.

Desde mediados de 2017, cuando lanzamos la invitación para iniciar la segunda época de Trashumante, procuramos reunir tales esfuerzos. De ahí los temas abordados en los siete números: “Humanidades”, “Democracia”, “Ciudad”, “Fe”, “Libertad”, “Muros” y “El último hombre”. Siempre mantuvimos que la revista era un lugar de encuentro, de salida en búsqueda del prójimo, del próximo y del extraño, y a la vez de retorno para mantener la apertura. Entendimos ya en la primera época, en el año 2010, que la actitud crítica conlleva una responsabilidad frente a los otros, una ética que combina la defensa de la libertad de pensamiento y de palabra con la disposición para escuchar a los que difieren y para dar acogida a su palabra.

En el primer número de esta segunda etapa de Trashumante nos interesó la situación de las humanidades y su relación con respecto a las universidades, especialmente dados los cambios de sentido que ha adquirido prácticamente toda institución académica en las últimas décadas. Además, a partir de entonces podría decirse que en buena medida las humanidades han acompañado frecuentemente a los contenidos que hemos publicado. El número 2 de Trashumante se dedicó a la democracia y lo que entonces denominamos “límites de lo posible”. Parafraseando la convocatoria correspondiente, para nosotros fue y sigue siendo importante contar con enfoques críticos sobre las cuestiones fundamentales de la democracia. ¿Es posible aún la democracia? ¿Alguna vez lo fue?

En la edición número tres el interés de la revista se situó en lo urbano, específicamente en la ciudad. Con esta idea Trashumante invitó a presentar textos dedicados a explorar ecosistemas, territorios, fronteras y políticas; migraciones, identidades y soberanías; inteligencias artificiales y mundos virtuales urbanos. Para la cuarta edición se asignó un tema que creemos ha sido poco atendido en el ejercicio del pensamiento actual, especialmente en un mundo altamente secularizado: la fe. Dijimos entonces que “la fe sustituye a la certeza en asuntos prácticos y morales y dispone de lo sagrado y lo religioso como sus expresiones (…) En lo político, se exige la suscripción a alguna forma contemporánea de fe. Al igual que con la ciencia, se guarda fe en la capacidad de la democracia para arrojar unos resultados que mantengan su propia vigencia.” De manera notable no faltaron aportes que toparon la fe y otros temas paralelos que no habíamos considerado, como lo místico, lo psicológico, lo estético de la fe.

En el número cinco Trashumante ciertamente trató un tema controvertido, en principio por un motivo plenamente conceptual: ¿qué significa la libertad? Si tan solo se pudiera ofrecer una respuesta viable, pensamos que lo siguiente sería preguntarse qué hacer con ella:

¿Es posible emanciparse de las pasiones? ¿Acaso estas no son funcionales en el mantenimiento de la vida? ¿Cuál sería su conducta en un marco sin creencias, sin ataduras amparadas en una fe? ¿Es la libertad una imagen en la cual se refleja la finitud del sujeto en el mundo de la complejidad, en el cual están los otros? ¿Es en dicha finitud donde fenece? ¿La libertad radica en la confrontación del individuo con el rigor de existir?

El número seis de la revista se dedicó a indagar sobre el muro, los muros. Los textos que resultaron de aquella convocatoria ciertamente no se limitaron a los aspectos físicos de los muros (paredes, murallas, planos) sino que se aventuraron –a manera de ejemplo– a la manera en la que la modernidad ha reprocesado la sola idea del muro, aplicándola a un sinfín de situaciones, tanto reales como virtuales. El séptimo número se dedicó a algo que titulamos “El último hombre”, bajo la idea de tratar lo porvenir de lo humano, especulando si aquello podría considerarse como posthumano, y qué podría ocurrir con el mundo en el siglo en curso.

Finalmente, solo queda agradecer a quienes han colaborado con nosotros en estos siete números. En este sentido debemos reconocer la generosidad de quienes decidieron publicar sus reflexiones en Trashumante: Marlene Aguirre, Pablo Albán Rodas, Pedro Aulestia, Andrés Barreno Lalama, David Barreto, Sandino Burbano, Andrés Cadena, Álvaro Carrión, Sebastián Coba, Jorge Luis Gómez, Alejandro Gordillo, Ruth Gordillo, Camila Herrera Gómez, Mario Hidrobo, Aquiles Jarrín, Juan Manuel Ledesma, Lilia Lemos Játiva, Oscar Llerena Borja, Emilio López, Karina Marín Lara, Juan Sebastián Martínez, Lucía Mestanza, Israel Muñoz, C. Nectario, Julio Peña y Lillo E., Rafael Polo, Juan Redrobán Herrera, Vladimiro Rivas Iturralde, Rafael Romero, Francesco Rosati, Andrés Ruiz Chávarri, Iván Sandoval Carrión, Nora Sigal, Jonathan Tapia, Fabio Vélez y Santiago Zúñiga.

Igualmente, agradecemos a los lectores que nos han seguido. Su compañía ha sido parte de nuestra fortaleza.

Adiós.

 

Comité editorial Trashumante

20 de abril de 2020