Los mismos caminos

Luis López López

 

¡Quédate en casa!, y ¿a dónde vamos a ir?, el mundo es nuestra casa.

Miles de kilómetro de caminos conformaron las rutas de conección del antiguo imperio romano y fueron el medio de expansión de la peste que arrasó su población. El mundo, en los límites conocidos para el imperio, fue asolado por este mal.

Cuántas ocasiones se han repetido estos hechos en los siglos siguientes, producidos por virus o bacterias, o por guerras y otros males cuyo origen está en el hombre. Los entes biológicos que diezman poblaciones no se trasladan por sí mismos, lo hacen en cuerpos humanos, por medios que el hombre ha creado y en circunstancias que él ha producido.

En la Roma de inicios del primer milenio fueron los caminos, hoy la interconexión aérea. El caminar tornaba lenta la contaminación viral, los vuelos intercontinentales conectaron el mundo en cuestión de horas; pero las conexiones virales requieren contenedores. La amenaza mayor de la actualidad, las altas concentraciones de CO2 en la atmósfera, causante del efecto invernadero y por ende el cambio climático, ni siquiera requiere de medios corporales o de transporte. Los millones de toneladas de CO2 que se producen en el mundo se distribuyen sin medio identificable; es el aire, es el viento, es la distribución de calor que enferma a todo el planeta por igual.

¿Qué sucederá en uno o dos años, cuando la posible vacuna inmunice a la población planetaria, o incluso antes, si creemos al científico israelí Isaac Ben – Israel, que afirma que luego de los 70 días el virus “desaparece en gran medida”? Yo arriesgo estas conjeturas como tantas otras que pululan y que dan cuenta de la contingencia del acontecimiento y lo que de él se predice.

¿Hay un antes y un después del covid-19?

¿Qué le hace particularmente especial y diferente a ésta pandemia de las otras que ha sufrido y sufre la humanidad y el planeta para que un cambio radical se produzca? ¿Guerras, plagas, virus, calentamiento global, y un sinfín de etcéteras, serán por fin erradicadas de la historia humana y natural?

Imaginémonos al “ángel de la historia” que mira luego de un año de pasada esta crisis, ¿acaso se va a reflejar en sus ojos una distinción entre las innumerables catástrofes que ha vivido la humanidad?, ¿el espanto por la destrucción y la muerte se diferenciarán ante él? Y dentro de unas décadas, siglos o milenos, ¿cómo será su mirada?… si es que la vida humana aún se mantiene sobre el planeta.

“La historia no tiene fin. No nos espera la tierra prometida ni su opuesto, que es la catástrofe. Esta crisis estalla en medio de un proceso que ya lleva tiempo en marcha y acelera extraordinariamente sus tiempos”, afirma Massimo Cacciari en una de sus últimas entrevistas, y concluye afirmando que “no hay ninguna ruptura en la historia. Los imbéciles han permanecido exactamente igual que antes del coronavirus.”

Mi intención inicial fue escribir un artículo sobre la crisis que vivimos, pero lo mío es más la lectura que la escritura, por lo que decidí compartir ―con las disculpas debidas― un conjunto de citas del libro: Sopa de Wuhan, Editorial: ASPO, (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio), 1.a edición: marzo 2020.

 

Franco “Bifo” Berardi (16 de marzo) Crónica de la psicodeflación

“…el virus que obliga a todos a quedarse en casa, pero no bloquea la circulación de las mercancías. Aquí estamos en el umbral de una forma tecnototalitaria en la que los cuerpos serán para siempre repartidos, controlados, mandados a distancia.”

“El biovirus prolifera en el cuerpo estresado de la humanidad global. Los pulmones son el punto más débil, al parecer. Las enfermedades respiratorias se han propagado durante años en proporción a la propagación en la atmósfera de sustancias irrespirables. Pero el colapso ocurre cuando, al encontrarse con el sistema mediático, entrelazándose con la red semiótica, el biovirus ha transferido su potencia debilitante al sistema nervioso, al cerebro colectivo, obligado a ralentizar sus ritmos.”

“La imaginación es la energía renovable y desprejuiciada. No utopía, sino recombinación de los posibles.”

“Existe una divergencia en el tiempo que viene: podríamos salir de esta situación imaginando una posibilidad que hasta ayer parecía impensable: redistribución del ingreso, reducción del tiempo de trabajo. Igualdad, frugalidad, abandono del paradigma del crecimiento, inversión de energías sociales en investigación, en educación, en salud.”

“Pero, por el contrario, podríamos salir de ella con un gran deseo de abrazar: solidaridad social, contacto, igualdad.”

“El virus es la condición de un salto mental que ninguna prédica política habría podido producir. La igualdad ha vuelto al centro de la escena. Imaginémosla como el punto de partida para el tiempo que vendrá.”

Alain Badiou (21 de marzo) Sobre la situación epidémica

“Aquí llegamos a una contradicción mayor del mundo contemporáneo: la economía, incluido el proceso de producción en masa de objetos manufacturados, es parte del mercado mundial. Pero, por otro lado, los poderes políticos siguen siendo esencialmente nacionales. Y la rivalidad de los imperialismos, antiguos (Europa y Estados Unidos) y nuevos (China, Japón…) prohíbe todo proceso de un Estado capitalista mundial.”

“…en ninguna potencia occidental la guerra provocó una revolución victoriosa. La lección de todo esto es clara: la epidemia actual no tendrá, como tal, como epidemia, ninguna consecuencia política significativa en un país como Francia.”

“…hay que aprovechar el interludio epidémico, e incluso, el confinamiento (por supuesto, necesario), para trabajar en nuevas figuras de la política, en el proyecto de lugares políticos nuevos y en el progreso transnacional de una tercera etapa del comunismo, después de aquella brillante de su invención, y de aquella, interesante pero finalmente vencida de su experimentación estatal.”

“También implicará una crítica rigurosa de toda idea que plantee que fenómenos como una epidemia abren algo políticamente innovador por ellos mismos.”

“…las pretendidas “redes sociales” muestran una vez más que ellas son (además del hecho de que engordan a los multimillonarios del momento) un lugar de propagación de la parálisis mental fanfarrona, de los rumores fuera de control, del descubrimiento de las “novedades” antediluvianas, cuando no es más que simple oscurantismo fascista.”

David Harvey (22 de marzo) Política anticapitalista en tiempos de coronavirus

“El modelo neoliberal descansa de manera creciente en capital ficticio y en una ingente expansión de la oferta de dinero y creación de deuda.

Durante mucho tiempo había rechazado yo la idea de “naturaleza” como algo exterior y separado de la cultura, la economía y la vida diaria. Adopto una visión más dialéctica y relacional de la relación metabólica con la naturaleza.”

“Los virus van mutando todo el tiempo, a buen seguro. Pero las circunstancias en las que una mutación se convierte en una amenaza para la vida dependen de acciones humanas.”

Byung-Chul Han (22 de marzo) La emergencia viral y el mundo de mañana

“La globalización suprime todos estos umbrales inmunitarios para dar vía libre al capital.”

“Llenos de pánico, volvemos a erigir umbrales inmunológicos y a cerrar fronteras. El enemigo ha vuelto. Ya no guerreamos contra nosotros mismos, sino contra el enemigo invisible que viene de fuera. El pánico desmedido en vista del virus es una reacción inmunitaria social, e incluso global, al nuevo enemigo. La reacción inmunitaria es tan violenta porque hemos vivido durante mucho tiempo en una sociedad sin enemigos, en una sociedad de la positividad, y ahora el virus se percibe como un terror permanente.”

“…en la época posfáctica de las fake news y los deepfakes surge una apatía hacia la realidad. Así pues, aquí es un virus real, y no un virus de ordenador, el que causa una conmoción. La realidad, la resistencia, vuelve a hacerse notar en forma de un virus enemigo. La violenta y exagerada reacción de pánico al virus se explica en función de esta conmoción por la realidad.”

“Lo que se refleja en el pánico del mercado financiero no es tanto el miedo al virus cuanto el miedo a sí mismo. El crash se podría haber producido también sin el virus. Quizá el virus solo sea el preludio de un crash mucho mayor.”

“Ojalá que tras la conmoción que ha causado este virus no llegue a Europa un régimen policial digital como el chino. Si llegara a suceder eso, como teme Giorgio Agamben, el estado de excepción pasaría a ser la situación normal. Entonces el virus habría logrado lo que ni siquiera el terrorismo islámico consiguió del todo.”

“El virus no vencerá al capitalismo. La revolución viral no llegará a producirse. Ningún virus es capaz de hacer la revolución. El virus nos aísla e individualiza.”

“La solidaridad consistente en guardar distancias mutuas no es una solidaridad que permita soñar con una sociedad distinta, más pacífica, más justa. No podemos dejar la revolución en manos del virus. Confiemos en que tras el virus venga una revolución humana. Somos NOSOTROS, PERSONAS dotadas de RAZÓN, quienes tenemos que repensar y restringir radicalmente el capitalismo destructivo, y también nuestra ilimitada y destructiva movilidad, para salvarnos a nosotros, para salvar el clima y nuestro bello planeta.”

Markus Gabriel (27 de marzo) El virus, el sistema letal y algunas pistas…

“…no lo olvidemos, la crisis climática, mucho más dañina que cualquier virus porque es el producto del lento autoexterminio del ser humano.”

“El orden mundial previo a la pandemia no era normal, sino letal.”

“¿Por qué la solidaridad se despierta con el conocimiento médico y virológico, pero no con la conciencia filosófica de que la única salida de la globalización suicida es un orden mundial que supere la acumulación de estados nacionales enfrentados entre sí obedeciendo a una estúpida lógica económica cuantitativa? Convirtámonos, por tanto, en ciudadanos del mundo, en cosmopolitas de una pandemia metafísica. Cualquier otra actitud nos exterminará y ningún virólogo nos podrá salvar.”

Patricia Manrique (27 de marzo) Hospitalidad e inmunidad virtuosa

“…la mano invisible del mercado, más invisible que nunca, se ha demostrado incapaz de sostener la vida, llevando a sus defensores a clamar por lo comunitario-estatal”

“…estamos en manos de psicópatas y de un sistema necropolítico, absoluta y desvergonzadamente asesino.”

“…como ha investigado Roberto Esposito, en Communitas. Origen y destino de la comunidad (1998) y en Inmunitas. Protección y negación de la vida (2002), el doble invertido de la communitas, la inmunitas, la inmunización, se ha impuesto hasta prácticamente eliminar la communitas, el común munus, la obligación recíproca debida entre seres humanos que sólo somos en común.”

“Hay en la inmunitas, pues, un componente antisocial y anticomunitario, ya que interrumpe el circuito social de donación recíproca al que apunta communitas.”

“…también pueden procurarse formas de entender la identidad de un modo abierto y no excluyente para hacer que lo inmune no sea enemigo de lo común. Buscar una inmunidad virtuosa, comunitaria, evidentemente necesaria en el caso del coronavirus, una inmunidad comunitaria en la que lo que debe importarnos no es la propia protección si no la de otros y otras, que suponga que la lucha por la salud sea una responsabilidad compartida, que requiere del concurso de todas y todos para todas y todos.”

“…una gestión comunitaria de la inmunidad, una inmunidad negociada, eso rompe con el mantra del aislamiento completo de los enfermos y enfermas, de su individuación, de la frontera radical, de la imaginería de la separación como toda solución… Cambiar la mirada abre puertas a nuevas soluciones.”

Paul B. Preciado (28 de marzo) Aprendiendo del virus

“Roberto Espósito analizó las relaciones entre la noción política de “comunidad” y la noción biomédica y epidemiológica de “inmunidad”. La comunidad es cum (con) munus (deber, ley, obligación, pero también ofrenda): un grupo humano religado por una ley y una obligación común, pero también por un regalo, por una ofrenda. El sustantivo inmunitas, es un vocablo privativo que deriva de negar el munus.”

“Esa es la paradoja de la biopolítica: todo acto de protección implica una definición inmunitaria de la comunidad según la cual esta se dará a sí misma la autoridad de sacrificar otras vidas, en beneficio de una idea de su propia soberanía. El estado de excepción es la normalización de esta insoportable paradoja.”

“…lo que entendemos por inmunidad se construye colectivamente a través de criterios sociales y políticos que producen alternativamente soberanía o exclusión, protección o estigma, vida o muerte.”

“Si volvemos a pensar la historia de algunas de las epidemias mundiales de los cinco últimos siglos bajo el prisma que nos ofrecen Michel Foucault, Roberto Espósito y Emily Martin es posible elaborar una hipótesis que podría tomar la forma de una ecuación: dime cómo tu comunidad construye su soberanía política y te diré qué formas tomarán tus epidemias y cómo las afrontarás.”

“…el virus actúa a nuestra imagen y semejanza, no hace más que replicar, materializar, intensificar y extender a toda la población, las formas dominantes de gestión biopolítica y necropolítica que ya estaban trabajando sobre el territorio nacional y sus límites.”

“Hoy estamos pasando de una sociedad escrita a una sociedad ciberoral, de una sociedad orgánica a una sociedad digital, de una economía industrial a una economía inmaterial, de una forma de control disciplinario y arquitectónico, a formas de control microprostéticas y mediático- cibernéticas.”

“…nuestras máquinas portátiles de telecomunicación son nuestros nuevos carceleros y nuestros interiores domésticos se han convertido en la prisión blanda y ultraconectada del futuro.”

“Es precisamente porque nuestros cuerpos son los nuevos enclaves del biopoder y nuestros apartamentos las nuevas células de biovigilancia que se vuelve más urgente que nunca inventar nuevas estrategias de emancipación cognitiva y de resistencia y poner en marcha nuevos procesos antagonistas.”

“Los Gobiernos llaman al encierro y al teletrabajo. Nosotros sabemos que llaman a la descolectivización y al telecontrol. Utilicemos el tiempo y la fuerza del encierro para estudiar las tradiciones de lucha y resistencia minoritarias que nos han ayudado a sobrevivir hasta aquí. Apaguemos los móviles, desconectemos Internet. Hagamos el gran blackout frente a los satélites que nos vigilan e imaginemos juntos en la revolución que viene.”

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